07 Oct 2016

Insomnio

El insomnio es,  la dificultad para iniciar o mantener el sueño o tener la sensación de no haber dormido un sueño reparador. Es la disminución de la cantidad  y  la calidad del sueño.

El sueño es un estado fisiológico de la persona, regulado por una glándula situada en la base del cerebro, que produce una sustancia química, llamada melatonina. La producción y liberación de  melatonina aumenta por la noche y disminuye por el día.

Estas variaciones de la cantidad de melatonina regulan el ritmo circadiano del sueño-vigilia, adaptándolo al horario solar.

Como todo fenómeno humano normal, a lo largo de  la vida de las personas, el sueño puede variar en cantidad y calidad, en función de:

  • La edad.
  • Estado de salud.
  • Cambios fisiológicos: pubertad, menopausia, etc.

Hay dos tipos de actividad bien diferenciadas:

  • La actividad rápida (de alta frecuencia), parecida a la que se da cuando el sujeto está despierto, llamada sueño MOR (movimientos oculares rápidos) o paradójico.
  • La actividad lenta (ondas de baja frecuencia).

Estos dos tipos de actividad van acompañados de cambios fisiológicos cerebrales y corporales, cuya función es la recuperación física y la reorganización mental.

Durante el sueño se dan breves despertares, generalmente acompañados de movimientos físicos, cuando se pasa de la fase de actividad lenta a la de actividad rápida y viceversa.

El sueño es necesario para el buen estado físico y mental del individuo. Hay una clara relación bidireccional entre el sueño y la salud.

¿Cómo combatir el insomnio?

En primer lugar se trata de descubrir la causa y, si es posible, eliminarla. Si no se puede eliminar, o mientras se trata, se debe tratar el insomnio con medicación hipnótica.

Las recomendaciones a seguir son:

  • Despertarse y acostarse todos los días a la misma hora.
  • Limitar el tiempo diario en cama al necesario de sueño (7-8 horas).
  • Suspender las sustancias con efecto activador o estimulador.
  • Evitar largas siestas durante el día.
  • Evitar actividades excitantes en las horas previas a acostarse.
  • Realizar baños de agua a temperatura corporal (efecto relajante).
  • Comer a horas regulares y evitar comidas copiosas antes de acostarse.
  • Practicar ejercicios de relajación antes de acostarse.
  • Mantener condiciones ambientales adecuadas para dormir (luz, temperatura, ruidos).

Este trastorno del sueño es muy frecuente en los ancianos, las mujeres y  personas con enfermedades psiquiátricas.

Existen múltiples causas por las que podemos padecer insomnio.

Las causas más frecuentes de insomnio son:

  • Alteraciones emocionales.
  • Enfermedades psiquiátricas.
  • Situaciones que se acompañan de ansiedad, preocupación, tensión psíquica, angustia, miedo,
  • Estos insomnios tienden a cronificarse.

Otras causas que motivan la aparición de insomnio son las enfermedades o molestias de origen físico.

  • No permiten la relajación previa al sueño y  le despiertan varias veces durante la noche.
  • Son enfermedades que producen dolores, fiebre, sensaciones físicas como picores, hormigueos, parestesias, etc.

Insomnio  relacionado con la toma de sustancias.

  • Los estimulantes (café, refrescos de cola, chocolate, etc.) tomados por la tarde-noche pueden producir insomnio de conciliación.
  • El alcohol produce alteraciones del sueño con insomnio de mantenimiento (frecuentes despertares) y sueño superficial.
  • Los individuos que toman estimulantes, legales o ilegales, los que abusan de tranquilizantes, pueden presentar insomnio como efecto de  la abstinencia.

Insomnio causado  por circunstancias ambientales:

  • Ruidos
  • Calor
  • Dureza de la almohada, el colchón, etc.

Es el más fácil de combatir.

Cuando las circunstancias ambientales que lo producen desaparecen también lo hace el insomnio.

En un reducido número de casos no se puede saber la causa del insomnio.

Son los  llamados insomnios esenciales o funcionales y su tratamiento es generalmente con medicación hipnótica.

 

insomnio-falta-de-sueno

 

El insomnio repercute en el estado de vigila del individuo, produce una disminución de la concentración, falta de energía física,  alteraciones del comportamiento y de las emociones,  generando irritabilidad, afectando de modo importante  su calidad de vida.

Dependiendo  de la edad, la estructura y el tiempo de sueño varían.

  • Un recién nacido duerme aproximadamente unas dieciocho horas.

La fase REM de un recién nacido ocupa más de la mitad del tiempo total de sueño.

  • Un adulto joven una media de siete-ocho horas.

La fase REM, en los adultos dura alrededor de una cuarta parte.

De los 30 a los 60 años se va produciendo una disminución lenta y gradual de la calidad y cantidad  de sueño.

  • Un anciano alrededor de seis horas y media.

A medida que avanza la edad, el sueño se vuelve más fragmentado y superficial.

La fase REM en los ancianos apenas llega a una quinta parte.

Algunas personas presentan cambios en la necesidad de sueño:

  • Necesitan dormir más horas en invierno y menos en verano.
  • En situaciones de cambio fisiológico (adolescencia o menopausia) por los cambios hormonales.
  • En situaciones de mucho cansancio también aumenta  la necesidad de sueño como una forma de recuperación.

 

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